EL JARDÍN DE LOS LEONES DORADOS (Capitulo 3)
Javier, tras descubrir la identidad de la misteriosa niña del sótano, se dirigió a casa pensando sin cesar en lo que le había contado el hombre de la agencia- “Jardín de leones dorados”, ¿a qué se referirá con eso?, debe haber miles de Jardines en el mundo donde haya leones de ese tipo!!-decía entre dientes.
A eso de las 17:00 llegó a casa, metió el coche en el garaje y subió corriendo a su habitación. Se conectó a San Google para poder encontrar todos aquellos jardines o lugares dónde pusiesen existir leones de ese tipo, no estaba seguro de si se trataba de algo físico o de una metáfora, igual los padres de Amalia se referían a otra cosa, el nombre de un cuadro, el nombre de una casa, cualquier tipo de lugar menos un jardín en si.
Jardín de leones dorados, escribió en la búsqueda. Esperó unos segundos y allí aparecieron 101 entradas a cada uno de los caracteres que había escrito. Decidió intentarlo otra vez escribiendo “Jardín de leones dorados” y chas!! sólo 3 entradas, la cosa parecía ir por buen camino. Pinchó el primer enlace y comenzó a leer
- A ver, a ver-dijo susurrando- el jardín de los leones dorados, funeraria. Esto no puede ser, por lo que me ha dicho el hombre de la agencia se marcharon a otra ciudad y no creo que se fuesen a trabajar a una funeraria. Una menos!!.
- A ver si hay más suerte con la segunda-pensó. Jardín de los leones dorados, zoológico. Esto no tiene demasiado sentido, ¿pero que es lo que pasa?, no hay ninguna entrada lógica!!.
- Bueno, la última-se dijo con voz asustadiza-si está no dice nada no sé por dónde voy a continuar.
Javier pinchó sobre el último de los tres enlaces que aparecían en la búsqueda, y allí estaba, algo con un poco de sentido, “Jardín de los leones dorados, así podríamos llamar a este maravilloso enclave de la ciudad de Postdam”. ¿Postdam? –se preguntó Javier-pero si eso está en Alemania!!.
Se levantó bruscamente del asiento y se dirigió a la habitación de su madre, se acordó del viaje que ella y sus tías habían realizado a Berlín el verano anterior, abrió el armario y saco la caja de cartón donde su madre guardaba todo sobre los viajes que había realizado desde que era joven, y allí estaba, la guía de Berlín. La cogió dejando todo lo demás tirado por el suelo, ni siquiera se paró a volver a colocar la caja en su sitio y se marchó a su habitación. Se sentó delante del ordenador y se puso a buscar como un descosido Postdam en la guía para ver si decía algo y de pronto a allí estaba, “Majestuosa fuente de los Leones, decorada con esculturas doradas de estas bestias regias. Se trata del palacio ajardinado de Klein Glienicke construido a mediados del siglo XIX para distintos miembros de la familia real. El bello parque en el que está situado fue obra de Meter Joseph Lenné”
¿Cómo llamar para obtener información?, se preguntó Javier conforme se le iban complicando las cosas, ahora resultaba que debía ponerse en contacto con personas que no conocía y que vivían en otro país. ¿Cómo hablar con ellos?, se preguntó, con los Pérez sería fácil, son españoles, pero ¿cómo preguntar por ellos?, ¿cómo saber que es ahí donde se encuentran?,¿cómo lo hago?, se preguntaba Javier mientras miraba una y otra vez la fotografía de la guía de viajes.
En ese momento de acordó de su amigo Simón, era alemán y seguro que podría ayudarle-le diré que busco a unos amigos de mis padre y ya está, seguro que me ayuda-pensó Javier.
Eran las 19:00 horas, Javier bajó a la cocina a por el teléfono, marcó el número de su amigo, esperó a que contestase y tras unas cuantas señales:
- Hola! ¿Simón?-preguntó Javier.
- Sí, Hola Javi!!,¿qué tal?-preguntó Simón.
- Bueno te llamaba porque necesito tu ayuda-dijo Javi.
- Dime, ¿qué necesitas?-dijo Simón.
- Verás, estoy buscando a unos amigos de mis padres, y resulta que viven en Postdam, y claro he pensado que como tú eres alemán podrías ayudarme a llamar por teléfono y preguntar por ellos, ¿podrías?-pregunto Javier.
- Sí, claro. Dime el número a donde quieres llamar y por quién pregunto.
- El teléfono es el (0331)9694250, debes preguntar por los señores Pérez-dijo Javier.
- Hecho!!, te llamo en cuanto sepa algo-dijo Simón.
- Adiós-dijo Javi.
- Adiós-dijo Simón.
Javi ya no podía hacer nada, solo esperar a tener noticias de Simón.
Continuará…
Javier, tras descubrir la identidad de la misteriosa niña del sótano, se dirigió a casa pensando sin cesar en lo que le había contado el hombre de la agencia- “Jardín de leones dorados”, ¿a qué se referirá con eso?, debe haber miles de Jardines en el mundo donde haya leones de ese tipo!!-decía entre dientes.
A eso de las 17:00 llegó a casa, metió el coche en el garaje y subió corriendo a su habitación. Se conectó a San Google para poder encontrar todos aquellos jardines o lugares dónde pusiesen existir leones de ese tipo, no estaba seguro de si se trataba de algo físico o de una metáfora, igual los padres de Amalia se referían a otra cosa, el nombre de un cuadro, el nombre de una casa, cualquier tipo de lugar menos un jardín en si.
Jardín de leones dorados, escribió en la búsqueda. Esperó unos segundos y allí aparecieron 101 entradas a cada uno de los caracteres que había escrito. Decidió intentarlo otra vez escribiendo “Jardín de leones dorados” y chas!! sólo 3 entradas, la cosa parecía ir por buen camino. Pinchó el primer enlace y comenzó a leer
- A ver, a ver-dijo susurrando- el jardín de los leones dorados, funeraria. Esto no puede ser, por lo que me ha dicho el hombre de la agencia se marcharon a otra ciudad y no creo que se fuesen a trabajar a una funeraria. Una menos!!.
- A ver si hay más suerte con la segunda-pensó. Jardín de los leones dorados, zoológico. Esto no tiene demasiado sentido, ¿pero que es lo que pasa?, no hay ninguna entrada lógica!!.
- Bueno, la última-se dijo con voz asustadiza-si está no dice nada no sé por dónde voy a continuar.
Javier pinchó sobre el último de los tres enlaces que aparecían en la búsqueda, y allí estaba, algo con un poco de sentido, “Jardín de los leones dorados, así podríamos llamar a este maravilloso enclave de la ciudad de Postdam”. ¿Postdam? –se preguntó Javier-pero si eso está en Alemania!!.
Se levantó bruscamente del asiento y se dirigió a la habitación de su madre, se acordó del viaje que ella y sus tías habían realizado a Berlín el verano anterior, abrió el armario y saco la caja de cartón donde su madre guardaba todo sobre los viajes que había realizado desde que era joven, y allí estaba, la guía de Berlín. La cogió dejando todo lo demás tirado por el suelo, ni siquiera se paró a volver a colocar la caja en su sitio y se marchó a su habitación. Se sentó delante del ordenador y se puso a buscar como un descosido Postdam en la guía para ver si decía algo y de pronto a allí estaba, “Majestuosa fuente de los Leones, decorada con esculturas doradas de estas bestias regias. Se trata del palacio ajardinado de Klein Glienicke construido a mediados del siglo XIX para distintos miembros de la familia real. El bello parque en el que está situado fue obra de Meter Joseph Lenné”
¿Cómo llamar para obtener información?, se preguntó Javier conforme se le iban complicando las cosas, ahora resultaba que debía ponerse en contacto con personas que no conocía y que vivían en otro país. ¿Cómo hablar con ellos?, se preguntó, con los Pérez sería fácil, son españoles, pero ¿cómo preguntar por ellos?, ¿cómo saber que es ahí donde se encuentran?,¿cómo lo hago?, se preguntaba Javier mientras miraba una y otra vez la fotografía de la guía de viajes.
En ese momento de acordó de su amigo Simón, era alemán y seguro que podría ayudarle-le diré que busco a unos amigos de mis padre y ya está, seguro que me ayuda-pensó Javier.
Eran las 19:00 horas, Javier bajó a la cocina a por el teléfono, marcó el número de su amigo, esperó a que contestase y tras unas cuantas señales:
- Hola! ¿Simón?-preguntó Javier.
- Sí, Hola Javi!!,¿qué tal?-preguntó Simón.
- Bueno te llamaba porque necesito tu ayuda-dijo Javi.
- Dime, ¿qué necesitas?-dijo Simón.
- Verás, estoy buscando a unos amigos de mis padres, y resulta que viven en Postdam, y claro he pensado que como tú eres alemán podrías ayudarme a llamar por teléfono y preguntar por ellos, ¿podrías?-pregunto Javier.
- Sí, claro. Dime el número a donde quieres llamar y por quién pregunto.
- El teléfono es el (0331)9694250, debes preguntar por los señores Pérez-dijo Javier.
- Hecho!!, te llamo en cuanto sepa algo-dijo Simón.
- Adiós-dijo Javi.
- Adiós-dijo Simón.
Javi ya no podía hacer nada, solo esperar a tener noticias de Simón.
Continuará…
entrada de GOLEM a las
8/19/2006 08:30:00 p. m.
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