¿NOS PRESENTAMOS?

Se levantó de la cama a las 10:00 de la mañana, se dirigió a la cocina y abriendo la nevera se sirvió un vaso de zumo mientras su madre preparaba las tostadas.

- Buenos días Javi-dijo la madre.
- Buenos días mama-dijo Javi.
- ¿qué planes tienes para hoy?-dijo ella.
- He quedado con los chicos para ir de acampada a la sierra a eso de las 12:00, tengo que darme un poco de prisa porque aún he de sacar el equipo del sótano, ¿y tú?-preguntó Javi.
- He quedado con tus tías para ir a la playa, ¡uff!, ya llego tarde…. ¡un besooo!!-dijo ella.

Sara se despidió mientras le daba un beso a su hijo con la tostada aún en la mano, como había dicho llegaba tarde, algo muy normal en ella, nunca era puntual y sus hermanas y cuñadas siempre se lo echaban en cara. Esta vez Sara se había propuesto no llegar tarde, pero parece que no lo iba a conseguir.

Javi cogió las tostadas que le había preparado su madre, las puso en un plato y les untó mantequilla. Esta vez, a diferencia de otras, mezcló la mantequilla con azúcar, cogió el plato de la mesa con la mano izquierda, se dirigió hacia el sofá mientras silbaba una canción de los “Red Hot Chili Peppers”, se sentó, colocó sus pies sobre la mesita de estar, cogió en mando y puso el canal de música para tomarse su desayuno mientras escuchaba su música favorita.

Estaba tan relajado que no se percató de la hora, de pronto gritó- Hostias!!!- eran las 11:00 de la mañana, tan solo tenía una hora para buscar el equipo y prepararlo. Se levantó del sofá de un brinco, tiró el plato de la tostada y el vaso como buenamente pudo al fregadero con la mano derecha mientras iba apagando la tele con el mando a distancia. Bajó al sótano y comenzó a buscar estantería arriba, estantería abajo, no tenía ni la más remota idea de dónde había guardado la tienda de campaña y el saco de dormir.

Giró la cabeza durante un segundo y allí parecía estar su tienda-por fin!!-dijo todo apurado, quedaban tan solo 20 minutos para que pasaran a buscarlo. Se acercó a la estantería donde había visto la tienda, se alzó de puntillas y consiguió coger la tienda. En ese momento la puerta del sótano se abrió:

- Hola!, ¿puedes ayudarme?-dijo una voz a lo lejos.
- ¿Cómo?-preguntó Javi mientras giraba bruscamente la cabeza.
- ¿Puedes ayudarme?-volvió a escuchar- me he perdido.

El corazón le latía a mil por hora, sus ojos iban a una velocidad tal que no alcanzaba a ver lo que andaba buscando. ¿Cómo era que alguien estaba en su casa?, su madre se había marchado y el estaba solo.

- ¿Quién es?, ¿quién anda ahí?-dijo Javi con voz temblorosa.
- Soy yo-dijo la voz-¿no me ves?.
- No-gritó Javi-no te veo!!!,sal, sal de donde estés!!!.
- Pero….-dijo la voz.

En ese momento Javi vio una sombra delante de él, era más o menos de su estatura, creyó ver una camisa de cuadros o algo parecido, no estaba seguro. Pensó- estos son los mamones de los chicos-así que se levantó del suelo y se dirigió hacia lo que había visto, conforme se iba acercando la imagen iba siendo más clara pero cuando se encontraba a un metro de ella, desapareció.

- Venga chicos-dijo Javi-¿cómo habéis entrado?.
- No soy “chico”- dijo la voz.
- Esta broma ya no tiene gracia.¿Os ha dejado entrar mi madre?-dijo Javi.
- Mama-dijo la voz-ayúdame a buscar a mi mamá.

La cara de Javier se tornó blanca, allí estaba, frente a él, una niña de unos 15 años con un vestido de cuadros. Javier no sabía que hacer, no podía moverse, su cerebro le decía que echase a correr pero sus piernas no le respondían. En ese momento sus piernas comenzaron a temblar cuando vio, sin poder reaccionar, que la niña se le acercaba en el aire.

- No me tengas miedo-dijo la niña-no voy a hacerte daño.
- Eh, eh,eh- es lo que decía Javier.
- ¿Cómo te llamas?-preguntó la niña.
- Ja,Ja,Javier-dijo él con voz temblorosa-¿Qué quieres de mí?
- Me he perdido, necesito tu ayuda-dijo ella.
- ¿Qué quieres?¿quién eres?-preguntó él.
- Necesito regresar a mi casa, ayúdame a encontrar a mi mama, no sé quién soy, no me acuerdo-dijo ella.
- ¿Dónde vives?-preguntó Javier.
- En la casa roja-dijo ella-La Casa Roja de Neftis.

De pronto Javier reaccionó, ¿la casa roja? pensó, ¿cómo es posible?. La miraba atentamente, intentaba reconocer a la niña ya que aún seguía pensando que todo se trataba de una broma. Calló durante unos segundos, comenzó a confiar en la niña y le dijo- no es posible que vivas en La Casa Roja de Neftis, es esta casa y aquí hemos vivido desde hace más de 20 años.

Continuará…..