SENSACIONES

Sensaciones, sensaciones son aquellas cosas que hacen que se te ponga el pelo del cuerpo de punta.

El susurro de él en tu oreja,

las yemas de los dedos sobre su cuerpo,

la punta de la lengua sobre la fresa,

un violeta intenso.

Sensaciones, sensaciones y solo sensaciones……

COSAS

"Paseando por la calle se dio cuenta, mientras sentía el calor del sol en la cara, que estaba en el momento más feliz de su vida......todo quedó atrás"

PESADILLA EN PRENZLAUER BERG

Efectuamos nuestra salida rumbo Prenzlauer Berg desde el campus Virchow Klinikum con la intención de visitar un apartamento en una de las zonas más "estudiantiles" de Berlín, esa zona en la que toda persona joven quiere vivir.
Tras bajarnos del tranvía, fuimos en dirección Danzinger Str (comunmente conocida para nosotras como Mazinguer Str) para poder llegar al número 33 de esa calle, nunca pudimos imaginar lo que allí encontraríamos.....
Giro de cabeza a la derecha, giro de cabeza a la izquierda (no, el exorcismo aún no lo he sufrido) y de pronto el portal número 33. Puerta roja gigantesca, era una señal, pero cual jabatas que somos decidimos entrar mientras chirriaba la puerta. Paredes llenas de pintadas, signos que no podía reconocer, paredes desconchadas, silencio, demasiado silencio.....Subimos la primera tanda de escaleras, y nos encontramos con escaleras que crujen y barandas atadas con plástico, esto se cae!!! esto se cae!!!, llegamos hasta la terraza y ninguna señal del piso al que íbamos a ver.
No contentas con eso, decidimos visitar el otro portal. Cruzamos el jardín lleno de hojas secas, bancos de madera más que estropeados y subimos las otras escaleras. No sé yo que nos dio por el cuerpo a las dos, que no llegamos al primer rellano, vámonos!! vámonos!!.
Salimos pitando de ese sitio, jamás pensé que iba a pasar miedo yendo a ver un apartamento, me sentí en la película Tesis, como si alguien nos siguiese.
No sé, como esto siga así, me voy a vivir a la Puerta de Brandenburgo!!

COSAS QUE HACER EN BERLIN

Berlín es una ciudad en la que hay un millón de cosas que puedes llegar a hacer, cosas que seguramente habías imaginado y otras que nunca se habrían pasado por tu cabeza.

La semana pasado, como ya comenté aquí, fuimos al Mauerpark de visita al rastrillo, un rastrillo dónde no solo se vendías cosas nuevas sino también cosas viejas, utilizadas y sin utilizar. Disfruté de un café caliente sentada en la yerba, tomando el sol y con una grupo que tocaba música Ska en directo, flipante!!!!

Hoy ha sido distinto, hoy he tenido mi primera experiencia como feriante, sí eso mismo, feriante... Nos hemos ido al Mauerpark ni cortas ni perezosas con tres bicicletas para vender, hemos llegado y nos hemos puesto en una esquina. Hemos colocado los carteles de precios, 20-40 y 60 euros cada bici, y alá a vender se ha dicho!!!! y oigan señores, oigan!!! hemos vendido dos!!!, cierto es que yo tan solo he interactuado con aquellos clientes que eran españoles o de latino América, no por nada, sino porque aún no tengo que puñetera idea del alemán. La verdad es que la experiencia me ha gustado, pero no tanto para dejar el trabajo de laboratorio, no nos vamos a engañar.
Me gustaría dejar documento gráfico del momento, pero aún sigo sin cámara de fotos, snif....